Declaro la guerra…
… tal declaración se dio mucho tiempo atrás. Lo que
presenciamos es entonces una escalada de un conflicto que inició al finalizar
la Segunda Guerra Mundial.
Con casi 70 años de antigüedad, el enfrentamiento entre
Coreas es uno de los primeros conflictos que se desarrollaron en el contexto de
la Guerra Fría continuando hasta nuestros días.
Vale la pena recordar que hasta 1945 Corea era una colonia
japonesa. Los “ganadores” de la Segunda Guerra Mundial dividieron la península
por el paralelo 38 en dos “zonas temporales”, de influencia soviética (norte) y
estadounidense (sur).
El 15 de agosto de 1948 bajo el auspicio de Estados Unidos
fue proclamada la República de Corea, el 9 de septiembre de ese mismo año surge
la República Popular Democrática de Corea bajo un régimen comunista.
Para junio de 1950 estalló la guerra entre las dos Coreas:
la del Sur apoyada por Estados Unidos y la del Norte apoyada por China y la
Unión Soviética.
En tres años de guerra abierta ambas Coreas sufrieron
terribles consecuencias, sobretodo Corea del Norte. Se dice, por ejemplo, que
Estados Unidos tuvo que suspender sus misiones por la sencilla razón de que ya
no existían objetivos que destruir.
En julio de 1953 se firma un armisticio que estableció una
demarcación militar con una zona desmilitarizada de 4 km de ancho en ambos
lados de la línea establecida. Pero el armisticio nunca fue sustituido por un
tratado de paz.
Esta significa que ambas Coreas se encuentran en guerra de
baja intensidad desde 1950.
La escalada actual del conflicto comenzó en febrero de 2013,
debido a una prueba nuclear realizada por parte de Corea del Norte, en
respuesta al anuncio conjunto de Corea del Sur y Estados Unidos de que
reforzarán las maniobras militares anuales que realizan de forma conjunta.
La III Guerra Mundial
La noticia ha impactado al mundo. A través de las redes
sociales se habla ya del inicio de una III Guerra Mundial, esta guerra sería de
proporciones catastróficas por su componente nuclear.
Lo importante es saber hasta qué punto este miedo es real.
Aunque nada se puede predecir, la historia nos muestra a dos
Coreas con altas y bajas en sus relaciones bilaterales. Nos encontramos ante
cuatro posibles escenarios.
Blofeo
El primero es que ambas Coreas estén entrando en una
dinámica de mutuas amenazas. Este escenario es típico de los países en búsqueda
de lo que en teoría de las Relaciones Internacionales se conoce como un “equilibrio de poder”.
Recordemos la propia Guerra Fría: Estados Unidos y la Unión
Soviética amenazándose y compitiendo mutuamente, agrediéndose a través de
terceros países (lo que tuvo trágicas consecuencias para el llamado “tercer
mundo”, sobre todo en América Latina) pero sin llegar a un enfrentamiento
militar directo.
La mutua amenaza de destrucción masiva es la estrategia más
común cuando de armas nucleares se trata. Y es que, después de lo ocurrido con
Japón en la II Guerra Mundial: ¿qué país en su sano juicio asumiría el costo
internacional de una guerra nuclear?, ¿qué país lo haría sabiendo que su rival
tiene la misma capacidad nuclear?
Así, este sigue siendo el escenario más probable: que ambas
Coreas se amenacen por un periodo relativamente prolongado de tiempo hasta que
se distienda el conflicto y continúe de forma latente.
En este escenario estoy
asumiendo el principio de que los países se comportan como entes
racionales.
Supuesto que no necesariamente es cierto pues la racionalidad no
depende de los países sino de los líderes. Así las cosas, la irracionalidad en
el liderazgo nos puede conducir a tres escenarios más.
Lucha Libre
Un segundo escenario sería el inicio de un conflicto
multilateral.
-En esta esquina China y Corea del Norte, en esta otra Estados Unidos y Corea del Sur-
Este escenario conduciría a una serie de alianzas a lo largo
y ancho del planeta donde otros actores relevantes serían Rusia, Japón y la
Unión Europea…pero hay un problema: parece que ni China ni Estados Unidos
estarían de acuerdo en enfrascarse en esta lucha libre.
China a pesar de simpatizar con Corea del Norte sufriría el
bloqueo económico y militar marino de Estados Unidos, acción que ocasionaría
grandes pérdidas al gigante asiático. Por su parte, Estados Unidos se
desgastaría demasiado a nivel político y diplomático. A todas luces, el segundo
escenario parece poco probable.
Pin pon sin reta
En un tercer escenario la tensión continúa, ambas Coreas se
enfrentan pero dejando a un lado a Rusia, China y Estados Unidos.
Así las cosas, las Coreas renunciarían a una solución
nuclear enfrentarse en el campo de batalla. Quienes se dedican al análisis
geopolítico han afirmado que el resultado final de un enfrentamiento así sería
favorable a Corea del Sur, con la remota posibilidad de una reunificación “por
la mala” y el establecimiento de la capital de la nueva Corea pro capitalista
en Seúl.
Apretando el botón
Una Corea del Norte que no se disuade decide lanzar misiles
de largo alcance tanto a su vecino como a Estados Unidos. La guerra tendría un
final nuclear donde el drama y la destrucción pondrían nuevamente a prueba a la
humanidad entera.
Por lo argumentado anteriormente este escenario parece el menos
probable. Ojalá.
De último minuto
Seúl confirmó este domingo que realizará cuatro maniobras
militares conjuntas con Estados Unidos en abril.
El Ejército surcoreano pondrá a prueba la capacidad de su
Marina para ejecutar operaciones tácticas y ataques terrestres, y realizarán
maniobras militares con navíos y otros dispositivos de forma conjunta con la
Marina estadounidense.
Pyongyang calificó estas operaciones de
"provocaciones" e insistió con sus amenazas de que lanzará ataques
nucleares contra Corea del Sur y Estados Unidos si no cesaban.
Por su parte, el Ministerio de Defensa surcoreano adujo que
estas maniobras no son más que prácticas "defensivas" y de
"entrenamiento".
La tensión continúa y el mundo está a la expectativa.
Alonso Ronald Ortiz García
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