Extrañas son las ocasiones en que
revisando una biografía se puede entender con amplitud las tensiones que le dan dinamismo a la
historia. Hoy por hoy ese personaje se llama Julian Assange.
Su perturbadora infancia en
Australia, sus primeras actividades clandestinas en grupos de hackers,
WikiLeaks , los presuntos delitos sexuales cometidos en Suecia y la persecución
de la CIA hacen que su vida sea ya un referente para comprender el papel y la
importancia del periodismo actual como contrapeso del poder, donde la
cybermovilización es el elemento clave (ver: http://goo.gl/oQWcq )
Alan Rusbidger- director del Guardian-ha
señalado que la prensa y la opinión pública se dividen entre aquellos que lo
ven como una nueva especie de ciberMesías y los que lo consideran como el
villano de las películas de James Bond. “Cada uno de estos extremos proyecta en
él poderes de bondad o maldad”, explica.
Para bien o para mal, WikiLeaks
representa- en palabras de Garton Ash- el sueño del historiador pero la
pesadilla del diplomático: 251,287 comunicados internos del Departamento de
Estado de USA, escritos por 280 embajadas y consulados de 180 países
diferentes: desde evaluaciones objetivas de líderes mundiales; análisis de decisiones;
comentarios, informes de reuniones hasta rumores…
Son evidencias de las
preocupaciones geopolíticas estadounidenses: la amenaza nuclear de Irán, las
situaciones militares de Medio Oriente, violaciones de derechos humanos, de
corrupción de líderes e incluso de espionaje corporativo.
Poco después de la filtración,
Hillary Clinton mencionó que WikiLeaks “socava los esfuerzos para trabajar
junto con otras naciones para solucionar problemas comunes.” En definitiva, la
política internacional en su conjunto es descrita con rigor a través de los
cables de lo que se conoce como la mayor filtración de la historia,
inaugurando- junto con otros fenómenos como la Primavera Árabe- la discusión
sobre el papel del Internet y las redes sociales en la participación y
movilización social (ver: http://goo.gl/x4NO1
)
Hoy, ese héroe-villano se
encuentra a la espera. Assange se refugió en la embajada de Ecuador desde el 19
de junio, después de agotar toda posibilidad de apelación ante el Reino Unido
para evitar su extradición a Suecia –quien lo requiere para interrogarlo por
presunta agresión sexual desde hace dos años-
La lucha de Assange por pedir
cuentas a los gobiernos -es decir el principio universal de la libertad de
expresión- se entremezcla con su lucha personal por impedir su extradición para
ser enjuiciado por acusaciones de conducta sexual inapropiada.
Ecuador ve en Assange un
perseguido político cuya seguridad e integridad se encuentran en peligro y que
al ser extraditado no tendría acceso a un juicio justo en Suecia. Diplomáticos
londinenses han hablado con Ana Alban -embajadora del Ecuador en Inglaterra-
tras amenazas de invasión a la embajada, lo que violentaría el derecho internacional
que establece la inviolabilidad de las sedes diplomáticas (artículo 22.1 de la
Convención de Viena de Relaciones Diplomáticas).
El Ministro del Exterior, William
Hague insiste en que Inglaterra no tiene otra opción que cumplir con la orden
de arresto europea y enviar a Assange a Estocolmo, mientras que el ex juez
español Baltasar Garzón -defensor de Assange- ha señalado que Ecuador podría
apelar ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya para exhortar a Gran
Bretaña a que conceda a Assange el salvoconducto para salir de Inglaterra.
De último momento
Hoy (domingo 19 de agosto de 2012) Julian Assange dio
declaraciones desde el balcón de la embajada de Ecuador en Londres haciendo un
llamado a Barack Obama para que “renuncie a su caza de brujas contra
WikiLeaks”.
“No debe haber ninguna tonta
conversación sobre enjuiciamiento de cualquier medio de comunicación, ya se
trate de WikiLeaks o el New York Times”, señaló.
“Si Reino Unido no tiró los
términos de la Convención de Viena fue porque el mundo estaba viendo. Hay
unidad en la opresión. Debe haber unidad absoluta y determinación n la
respuesta”, expresó.
Baltasar Garzón externó que
Assange está dispuesto a comparecer ante la justicia sueca pero con las
garantías de que no vaya a extradición a un tercer país, pues Estados Unidos
también ha solicitado la extradición del fundador de WikiLeaks y se rumora que
se le podría levantar cargos por espionaje.
En la rueda de prensa también
participaron el escritor pakistaní Tariq Ali y el exembajador británico en
Uzbekistán Craig Murray, quien respondió sobre las interpretaciones de William
Hague respecto a que la ley británica permite a la policía entrar a la embajada
y arrestar a Assange.
“Nos hizo ver muy estúpidos,
porque ningún país ha salido en apoyo a las interpretaciones del derecho
internacional de William Hague”, concluyó.
Alonso Ronald Ortiz García
Publicado en:
www.reporteroshoy.net el 19/08/12
Sígueme: @RonaldOrtizG
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