George Ritzer en su obra The McDonaldization of Society, argumenta que la cadena McDonalds constituye un modelo del proceso contemporáneo de racionalización. El autor describe el alcance de esta McDonaldización. Si Max Weber creía que el proceso de racionalización burocrática producía una “jaula de hierro” de la que las sociedades industriales no podrían escapar, la McDonaldización produce que el mundo se encuentre en una “jaula de terciopelo” o más bien de plástico. En este mundo, a las personas, especialmente aquellas que nacimos después de la existencia de McDonalds, “nos gusta, incluso ansiamos" la McDonaldización:
Éste es el mundo que conocen, representa su estándar del buen gusto y la alta calidad, y no pueden pensar en nada superior a un mundo cada vez más racionalizado. Prefieren un mundo que no esté atestado de posibilidades y opciones. Les gusta el hecho de que muchos aspectos de sus vidas sean altamente predecibles. Disfrutan del mundo impersonal en el que pueden interactuar con robots humanos e incluso no humanos. Tratan de evitar, por lo menos en los segmentos McDonaldizados de su mundo, el contacto humano cercano. Para este tipo de personas, tal vez una proporción mayor de la población con cada año que se va, la McDonaldización no representa una amenaza, representa el nirvana. (Ritzer, 1993: 160-161)
Cosas por hacer
Ve a comprar una hamburguesa y mientras comes (si es que a esto se le puede llamar comer), has una lista de lo que consideras son las características clave del enfoque de McDonalds para darte en tus manos ese delicioso banquete. Algunas de esas características serán:
- Capacitar a las personas para que realicen una tarea limitada, no enseñarles a cocinar.
- Tener una variedad limitada de productos.
- Ofrecer un mismo producto con independencia de las características del lugar.
- Aplicar los principios de una cadena de ensamblaje.
- Enfatizar la cantidad exacta de los productos.
- Contar con una rápida rotación de clientes.
- Dar la sensación de vender productos de alta calidad.
- Lograr que los clientes realicen parte del trabajo.
- Enfatizar la rapidez en la entrega.
- Dar la ilusión de estar orientados por el cliente.
Ahora piensa en un servicio e imagina cómo podría cambiar para parecerse más a McDonalds. Inventa una McEscuela, un McHospital, una McUniversidad o una McPolicía. Después de este viaje imaginario, échale un vistazo a la realidad: ¿de que manera la filosofía McDonalds ha influido en nuestra vida cotidiana? (A.R.O.G 04/11/08)
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